Es muy sencilla, cuesta apenas 150 euros y sus prestaciones recuerdan a las de una cámara de hace una década o más. Pese a ello -o tal vez por eso- la Kodak FZ55 es un éxito de ventas y, de hecho, en abril del año pasado llegó a ser la cámara más vendida de Japón. Un fenómeno que no sólo se da sólo por allí porque nos consta que en las tiendas de España las compactas de Kodak también triunfan y este modelo en concreto no es fácil de encontrar.
En Photolari nos fascinan estas rarezas del mercado, así que nos ha parecido interesante salir de paseo con una unidad de la sencilla Kodak FZ55 para intentar entender un poco mejor el éxito de esta compacta de 16 megapíxeles y que, atención, graba vídeo Full HD.

La opción de controles manuales que seguramente nadie utilizará es el único guiño avanzado de una compacta que juega mejor la baza del lo-fi que la de la calidad. Utiliza un pequeño sensor similar al que encontraríamos en un móvil sencillo y monta un zoom 5x con focales equivalentes a 28-140 mm.


No es especialmente rápida en el enfoque ni en el disparo, aunque la verdad es que tampoco lo esperábamos. Más nos preocupa la tendencia a disparar a velocidades bajas que hacen que muchas fotos queden trepidadas, así que no es mala idea recurrir al flash mucho más de lo habitual para conseguir congelar la escena y darle mucha más fuerza a la imagen.
Cuenta con detección de cara -otra concesión al presente- y también un modo de disparo por sonrisas escondido entre las opciones del autodirparador que nos ha recordado a las compactas de hace muchos años. La carga por USB es otro detalle relativamente moderno de una cámara actual pero que en muchas cosas parece haberse anclado en el pasado.

¿Es parte de su encanto? Puede ser una de las claves pero si lo que queremos son resultados un poco más vistosos, optar por el modo blanco y negro o el filtro de viñeteado no es mala idea.
De todos modos, el éxito de esta Kodak y de otras compactas similares no tiene nada que ver con la calidad de imagen, sino con sus posibles usos. Por ejemplo, para un viaje en el que las fotos no sean clave pero no se quiere uno preocupar demasiado de perderla o de que se rompa y, de paso, evitar estar todo el día con el móvil en la mano. También puede ser una opción interesante para niños. Al menos mucho más que esas cámaras especificas para niños que suelen ser un autentico desastre.

Pero, más allá de la parte pragmática, lo interesante es descubrir que para muchos jóvenes estas son similares a las cámaras vintage que usaban sus padres hace 20 o 30 años. Y que sus limitaciones y esa sensación de «a ver qué sale» permite tener en cierto modo la experiencia de una cámara de película sin sus peajes económicos y de uso.
Tampoco hay que olvidarse de los usuarios que no quieren hacer fotos con el móvil. No ya por una cuestión de militancia fotográfica, sino por centrarse en las fotos y no acabar mirando mensajes de Whatsapp o leyendo algún artículo de Photolari en la pantalla.
En definitiva, ¿tiene sentido una cámara como esta en 2025? Repasando sus especificaciones y resultados no lo parece. Pero, y ahí es donde está la gracia, no siempre se trata de datos o de calidad de imagen, sino que a veces la experiencia, el tamaño, el peso y otros criterios mandan. Y este parece ser el caso.











Ssupiera q yo tengo al papa de esa camara, que es la easyshare m575, salvo por los materiales de construccion y la resolucion de video el full hd de esta, es la misma camara practicamente. Mientras haya luz, toma muy buenas fotos, el asunto es q como yo hago manuales tecnicos, a veces tengo q tomar fotos en entornos medianamente oscuros y esa camara en ess condicions toma fotos ruidosas ( ruidosas? Quise decir gritonas🤣🤣🤣🤣) y es ahi dnd me sslva el cel. Quiero comprarme la lumix zs99!!!!
Si Yashica consiguió colocar la cámara esa de los carretes digitales, con las nuevas digicam que está presentando debería petarlo. 😉
https://www.yashica.com/product-page/yashica-city100-white?currency=EUR
Una muestra más que la gente, en cámaras de foto quiere gastarse lo mínimo posible.
Normal. Habiendo móviles que hacen fotos de nivel profesional, es absurdo gastar en estas compactas prehistóricas de sensor ridículo y lente malísima.
¿Nivel profesional?
¿En serio?
¡Qué bien funcionan el marketing y la publicidad!
Bueno, y esa pléyade de influ-boguers bien pagados (perdón: «creadores de contenido», que se me ofenderán).
Esto lo único que demuestra es que los fabricantes de cámaras tienen una visión errónea del mercado. Han despreciado a prácticamente todos los usuarios salvo a los profesionales y los aficionados «premium» y no ven que hay muchos otros que valoran la comodidad de una cámara pequeña y discreta.