Aunque hace casi un año que oímos hablar de ella por primera vez, no ha sido hasta hace apenas una semana que Fujifilm ha presentado oficialmente la GFX Eterna 55, su primera cámara de cine armada con el mismo sensor de formato medio y 102 megapíxeles de la GFX 100 II.
Fujifilm ha aprovechado el contexto de la feria IBC de Ámsterdam para mostrar las primeras unidades funcionales de la cámara, y también para desvelar el que será finalmente su nombre oficial: GFX Eterna 55. Ese 55 hace referencia a los milímetros de la diagonal de su sensor de formato medio, el gran argumento de venta de esta cámara.
Un solo sensor para muchos objetivos
Como ya explicamos en nuestro análisis de vídeo de la GFX 100 II, una de las principales claves de este enorme sensor combinado con su resolución de 102 megapíxeles es que permite a la cámara adaptarse a todo tipo de objetivos. Da igual como sea de pequeño el círculo de imagen que proyecte la óptica, siempre va a encontrar en el sensor de la GFX Eterna 55 resolución suficiente para grabar en 8K o en 4K.
Podemos usar por supuesto objetivos de la gama GFX, cualquier objetivo para full frame o Super35 (APS-C), objetivos de cine de la serie Premista y objetivos anamórficos. La propia cámara se encarga de recortar el sensor y adaptar los modos de grabación a las necesidades de cada óptica.
Así que basta con echar mano del adaptador correspondiente para poder usar en esta cámara un enorme catálogo de objetivos, desde los más modernos hasta ópticas vintage pasando por anamórficos de toda clase y condición
Además cuando se utilizan objetivos de la serie GF, capaces de cubrir todo el sensor, la GFX Eterna es capaz de grabar en open gate con proporción 4:2, un tamaño de cuadro de 3840 x 2880 y 48 fps. Un tamaño perfecto para recortar la imagen en el formato que más nos convenga.
Pensando especialmente en la necesidades de la industria del cine, la GFX Eterna 55 también cuenta con un filtro óptico de paso bajo, especialmente indicado para reducir el muaré y los colores falsos en las zonas de detalle fino con patrones repetitivos. Este filtro también contribuye a conseguir una imagen suave y sin exceso de nitidez, habitual en este tipo de cámaras.
Un cuerpo de cine
El gran desafío de Fujiflm con la GFX Eterna era conseguir llevar su ciencia de color y su estupendo sensor a una cámara que cumpliera con las necesidades del mundo del cine. Y la sensación es que la marca ha hecho los deberes en este sentido.
La cámara viene armada con un filtro ND interno electrónico y variable, que sorprende por la cantidad de pasos intermedios que tiene y lo fluido que funciona. Se trata además de la primera vez que una cámara de gran formato incluye un ND de estas características.
El cuerpo de la cámara recuerda mucho al de una Sony Venice o una Arri Alexa, sobrio, con mucho botones y controles, con la conexiones necesarias y con dos monitores de control, uno a cada lado de la cámara. La GFX Eterna 55 se vende junto con un asa superior con un enorme dial de control un adaptador para objetivos PL y un estupendo monitor de 5 pulgadas y 2000 nits de brillo.
La cámara está diseñada para utilizar cómodamente baterías del tipo V-Lock, un estándar en la industria, pero curiosamente también cuenta con espacio para baterías NP-W235, es decir la misma que usan algunas de las cámaras de fotos de Fuji.
Esta batería apenas proporciona media hora de autonomía, pero sirve de soporte para poder cambiar la fuente de alimentación externa sin que se apague la cámara en ningún momento. También permite aligerar el equipo en algunas tomas concretas, como por ejemplo con la cámara montada en un gimbal.
Precio y disponibilidad
La Fujifilm GFX Eterna 55 debería estar disponible en noviembre, y tendrá un precio de partida de unos 13.500 euros sin impuestos, es decir que según el país el precio final debería rondar los 16.000 euros.
Se trata de la cámara de cine de gran formato más asequible actualmente, ya que su precio obviamente está muy por debajo del de la Arri Alexa 65, y también es menor que el de la Blackmagic URSA Cine 17K y el de la RED V-RAPTOR [X], que salen por unos 30.000 euros accesorios a parte.
Fujifilm ha hecho un movimiento arriesgado pero a la vez muy sensato, ya que el segmento del cine de bajo presupuesto parece estar en clara expansión. Eso sí, habrá que esperar a ver como reciben los profesionales del cine, un sector generalmente muy exigente, a este nuevo competidor.
