¿Qué tal van los pedidos?, preguntábamos a los responsables de Fujifilm horas después del estreno de la nueva GFX100RF en Praga hace unos días. No hubo, claro, respuesta, pero la sonrisa que se veía en algunas caras hacía imaginar que bien. Traducir ese bien a cifras es, sinceramente, imposible y lo cierto es que no me gustaría estar en el puesto de quien tuvo que hacer el pedido de la cámara hace unos meses.

Lo bueno de ser la primera en una categoría es ese carácter único y exclusivo. Un golpe encima de la mesa recordando que todavía quedan cosas por inventar. O por reinventar en digital, porque las compactas de formato medio de película, evidentemente, ya existían.

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Lo malo o lo complicado es intentar adivinar qué tal funcionará en el mercado. ¿Será la nueva X100 y arrasará en el escaparate o ese precio reduce al mínimo la cantidad de clientes potenciales? ¿Es una cámara que se adoptará como el nuevo estándar profesional del documentalismo o su futuro pasa más por ser un capricho para quien pueda permitírselo?

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El mismo día de su presentación ya compartimos un vídeo con nuestras primeras impresiones. Pero tras unos días de uso que nos han llevado a saltar con ella de Praga a Gran Canaria, queríamos incluir una pequeña galería de muestras a máxima resolución, incluyendo algunos RAW que se pueden descargar aqui.

Pero de la GFX100RF nos interesa casi tanto esa parte de innovación y aceptación del mercado como los meros datos técnicos o los previsibles resultados. Seguro que hay algún iluminado que se pregunta en voz alta si es una buena cámara, como si a estas alturas fuera posible hacer un modelo de más de 5000 euros que no lo sea.

Formato medio, la clave

Sus puntos fuertes son evidentes, la calidad de imagen incuestionable, el alarde técnico y óptico para embutir un sensor de formato medio y un 35 mm en una cámara tan pequeña también. Lo mismo ocurre con las carencias, empezando por el estabilizador para el que no había sitio o presupuesto, y ese f4 que parece que también está siendo señalado como un problema.

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La GFX100RF junto a la X100 VI de ediciones limitada.

Algo en cierto modo injusto, porque hablamos de formato medio, pero que tras unos días con la cámara en la mano y analizar, como nos gusta en esta casa, el impacto ante quienes la ven por primera vez, nos hace pensar que hay quienes verán en esta cámara simplemente una X100 de 100 megapíxeles.

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Lo es, vale. Pero esa definición un tanto inexacta y corta puede ser un problema para Fujifilm. La GFX100RF sólo tiene sentido y se justifica por su carácter de formato medio y quienes lo pierdan de vista y la vean sólo como una X100 hormonada no van a entender muchas cosas. Empezando por el precio, claro.

Algo que nos obliga a preguntarnos en voz alta si un diseño más rompedor no habría sido mejor para marcar distancias respecto a la citada X100. No se trata de marcarse un Sigma BF, pero tal vez algo más distintivo y que deje claro el aspecto premium no sólo entre las manos, sino también a primera vista.

La tentación del zoom

Los 102 megapíxeles son una pieza clave. Una cifra que no sólo bate récords en el universo de compactas y es capaz de ofrecer un nivel de detalle y resolución espectacular, sino que también abre posibilidades de recorte y formatos. Un recordatorio: la resolución máxima es en formato 4:3, no en 3:2 como ocurre con otras cámaras de Fujifilm y la mayoría de fabricantes.

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Por cierto, quienes tengan curiosidad o sufran por los tamaños de archivo, a máxima resolución los JPEG de máxima calidad ocupan unos 60 MB y los RAW se van a los 200 MB. Así que bien por la doble ranura para tarjetas SD porque los GB vuelan, aunque tambien es verdad que una compacta de focal fija, incluso una compacta peculiar como esta, invita a pensar más y disparar menos.

No es nada nuevo, en realidad. Trabajar con una focal fija (35 mm equivalentes a 28 mm en este caso) es para muchos una forma diferente de fotografiar a si se hace con zoom o un juego de ópticas intercambiables. Y así es, sólo que en este caso contamos con un arma de doble fijo: un mando dedicado a aprovechar esos 100 megapíxeles para convertirlos en un zoom digital que, mediante recorte, nos acerca hasta un 80 mm (63 mm equivalentes) manteniendo unos aceptables 20 megapíxeles.

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Es algo que, por supuesto, podemos hacer a posteriori. Y que, evidentemente, al ser un recorte y no una variación de focal, no vamos a obtener el punto de vista de un 60 mm ni su profundidad de campo.

Pese a ello, tenerlo tan a mano nos ha llevado a utilizarlo mucho más de lo que imaginábamos porque, a fin de cuentas, es un reencuadre de la imagen pero hecho antes del disparo, con lo que ayuda a encuadrar.

Fuji GFX100RF, una cámara panorámica digital

Algo que nos lleva a otro de los puntos más interesantes de esta cámara. El gran tamaño del sensor también da juego a la hora de combinar los formatos o aspectos de imagen. Ya sabemos que hay quienes defienden que por debajo de 6×4,5 no es formato medio, pero en digital se han estandarizado estos captores de menores dimensiones que la película, sobre todo si no hablamos de respaldos.

El caso es que estas dimensiones (43,9 x 32.9 mm) permiten a Fujifilm ofrecer hasta nueve aspectos diferentes de imagen. Algo que tiene tanta importancia en esta cámara como para dedicarle un mando propio.

El atractivo del 1:1 es evidente y también el simbolismo de las fotos cuadradas en el segmento de formato medio. Pero hay un recorte -al final son eso, recortes- que nos ha parecido especialmente interesante porque tal vez sea la respuesta a un viejo rumor del sector.

El modo 65×24 que ofrece esta Fujifilm GFX100RF es exactamente la medida de las fotos panorámicas que se realizaban con dos fotografías de formato completo la famosa X-Pan de Hasselblad y la X-T1 de Fujifilm que, como todo el mundo sabe, eran la misma cámara.

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Se habla desde hace tiempo de los planes de Fujifilm para rescatar esa idea en digital y, lo cierto, que esta es seguramente la respuesta, y no una cámara dedicada exclusivamente a ese formato. Las fotos resultantes son realmente llamativas y, ahora que no nos oye nadie, hacen que casi cualquier cosa parezca algo. Si ademas le sumamos algún modo de simulación de película, el éxito está asegurado.

El sistema de composición con diferentes modos de guías de encuadre es muy práctico, pero hay una duda recurrente desde que se presentó la cámara. Si son recortes, ¿qué pasa con el RAW? La previsualización del archivo muestra la imagen completa frente al JPEG ya recortado, pero al abrirlo tanto en Lightroom como en Capture One aparece la imagen recortada en el formato elegido, con opción de volver a la fotografia general mostrando la guía de recorte.

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Los RAW de la GFX100RF, por cierto, se pueden abrir ya con ambos programas. Al fin y al cabo, el sensor es el de la GFX100S II, de ahí esa compatibilidad directa, aunque Capture One lanzó el mismo día de la presentación una versión que incluso es compatible con el disparo por cable.

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En cualquier caso, quienes se animen a jugar con los RAW para ver estos formatos de recorte, tirar de lupa para ver el nivel de detalle o comprobar el rango dinámico de la cámara, dejamos unos cuantos disponibles para su descarga.

11 COMENTARIOS

  1. Para mí el truco de esta cámara es que tiene sensor Bayer (no es X-trans), lo cual la favorece. Aunque como contrapartida, no tiene estabilización.

    Pero vamos, al precio que la han sacado y encima con objetivo fijo, evidentemente la han sacado para el mercado de lujo.

    • Sin ánimo de criticar por malmeter… ¿para qué sirven todos esos formatos? Siempre he trabajado con formatos 2:3 o 1:1; hace muchos años con los que me aportaban los negativos y desde hace unos 20, los que me aporta el sensor digital. Pues lo único que realmente importa es dónde va a ir finalmente la foto ¿en un marco? ¿en el álbum de fotos? … al fin, esa imagen capturada la tienes que recortar (o no) al destino que se le va a dar. Me da igual si es 3:4, 2:3… o relación de aspecto cine.

      Al revés… ¿y si haces un formato panorámico 17:6 y luego descubres que quieres ponerla en un marco que es estándar 2:3? Tienes un problema por haber perdido por el camino esa información.

      Dicho esto y de nuevo, son todas opciones que al que le vayan bien, mejor que las tenga a que no.

  2. Por más que sumando años en el calendario uno cree que va agotándose su capacidad de asombre siempre surgen algin o algunos profesionales del consunismo más ridículo y desaforado que te demuestran que está es inagotable.
    Y viene esto s cuento del último ARTILUGIO que ha dado a luz la siempre cazaingénuos industria fotográfica, en este caso no una cualquiera sino la más importante que aún queda_ no descubro nada si aseguró que en pocos años la mal llamada Inteligencia Artificial, en manos del sector infirmático va a acabar con todas ellas_ la tan cacareada y publicitada por los que se sacan un sobresueldo y hacen turismo por la cara e igualmente por la cara se alojan en hoteles de 5 estrellas pagados casi siempre, el viaje y la estancia, por la empresa a la que le hacen publicidad GRATIS_,lo siento colegas de Photolari, pero la verdad solo tiene un camino_ decia qur la Fujifilm, a la que habeis tardado en «vendernos la moto» menos de lo que dura un paquete de caramelos en la puerta de un colegio, la GFX100 RF creo que la han bautizado, es una cámara digital de FORMATO MEDIO a MEDIAS que:
    1- Por más que su sensor de imagen contenga 102 Mpx, hay ya sensores de cámaras de móvil que poseen 200, aunque más pequeñitos y que por ello cada uno capta menos luz y produce a sensibilidades equivalentes altas más ruido de imagen.
    2=Habrá algún fotógrafo profesional tan lelo_ aficionado seguro que si_ que esté dispuesto a pagar la fruslería de 5.500 éuraos por una cámara de objetivo FIJO y DISTANCIA FOCAL igualmente FIJA que por mucho que nos cuente el archiconocido cuento de que tiene zoom digital equivalente a otras 3 focales eso es MAS FALSO que un euro de madera pues lo único que hace es variar el campo de imagen abarcado DISMINUYENDO LA RESOLUCIÓN mefoante el truco del recorye que no solo es mas biejp que un traje de pana sinp que, lo más importante mantiene INVARIABLE algo tan importante como es LA PERSPECTIVA que sigue siendo idéntica a la del objetivo con o sin APARENTE conversación de distancia focal y que para más INRI, por aquello de corregir las eberraciones sin mucho coste, tiene una apertura maxima de ¡asómbensee ustedes!, f:f:4.
    Y no sigo enumerando !as «virtides» de esa «joya» porque no me da la gana, porque lo que es motivos no me faltan,, como es el que una cámara de 5.500 euros carece de estabilizador de imagen, algo que hoy en día poseen hasta las cámaras de los móviles de 500 euros.
    Ditto, que en latín significa «dicho queda».

    • Carlem… estando bastante de acuerdo en el argumento, creo que es totalmente innecesaria la lista de faltadas gratuitas a los demás que no piensen como tú.

      Sin pretender ser abogado de nadie, y tampoco de los miembros de Photolari ¿a qué viene quejarse de que les pagan viajes u hoteles? A ver, es su trabajo. Es su negocio… entre otras cosas, están permitiendo que tú puedas expresarte en estos comentarios.

      Si te parece que tienen un chollo, pues puedes montar tu propia versión de esta web y meterle un montonazo de trabajo, conseguir visitas y que finalmente te inviten a esos viajes maravillosos, hoteles y demás.

      Mantener atendida una web, cuesta dinero, cuesta mucho esfuerzo de horas de trabajo, viajes (sí, viajes… de trabajo) en los que vas a lo que vas con el itinerario marcado y el tiempo acotado… y más cosas.

      Si es su trabajo ¿por qué nos parece mal que se ganen la vida con ello? No entiendo este desprecio, de verdad. Yo agradezco mucho que hay una web en la que me informan con contenidos que me interesan «y gratis».

  3. Se os han cruzado las teclas, o los dedos al teclear, jejeje:

    «…la famosa X-Pan de Hasselblad y la X-T1 de Fujifilm que, como todo el mundo sabe, eran la misma cámara»

    Por un momento he pensado si sería algo irónico, no conocía la Fujifilm T-X1.
    No hay mal que por bien no venga.

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