Hay un concepto japonés, shokunin, que describe la repetición incansable de una tarea para lograr la perfección. Y se puede aplicar a muchas cosas, incluyendo el diseño de una cámara. Con las Ricoh GR pasa algo así: compactas que llevan décadas con un diseño y filosofía prácticamente idénticas desde aquella primera GR1 de carrete de 1996 hasta la nueva Ricoh GR IV que acaba de ser presentada.
De ahí que con estas cámaras no sirvan las caras de sorpresa o los titulares sensacionalistas. Es más de lo mismo, en el mejor sentido de esta idea. De hecho, la propia Ricoh ya adelantó hace meses muchos detalles de la cámara que ahora tenemos entre manos y que, sorpresa, se parece tanto a la GR III que costaría distinguirlas incluso de cerca.

Es verdad que la llegada de esta cámara ha sido bastante chapucera y lejos de ese perfeccionismo japonés que alabábamos, con vídeos de embajadores de la marca circulando por ahí desde hace días aunque los medios no podíamos publicar nada hasta ahora.
Ademas la unidad que hemos tenido no es final y no es posible compartir muestras a máxima resolución. De todos modos, nos ha parecido interesante contaros nuestras primeras impresiones de esta nueva GR IV aunque por ahora no podamos hablar ni de la calidad de imagen ni del rendimiento del enfoque automático.
Ricoh GR IV, qué ha cambiado respecto a la GR III
Pese a ser aparentemente iguales, lo cierto es que la GR IV llega con bastantes e interesantes cambios respecto a la generación anterior. No hay, claro, una revolución pese a que han pasado 7 años, pero es que el continuismo es la clave de esta saga. Si algo funciona, no lo toques demasiado o tócalo sólo donde hace falta.

De entrada, la cámara es ligeramente más pequeña gracias al rediseño de la óptica. Sigue siendo un 18,3 mm f2.8 que se convierte en un 28 mm equivalente, pero ahora es algo más estrecho, lo que permite adelgazar unos milímetros la cámara. Algo que, también es verdad, sólo se percibe al tener la dos cámaras juntas.


El peso es algo mayor en el nuevo modelo -hablamos de menos de 5 gramos- pero ese cuerpo más fino sí que justifica otro cambio: ahora la Ricoh GR IV utiliza tarjetas MicroSD. Antes de criticar esta apuesta por un soporte menos resistente y más fácil de perder, la buena noticia es que la cámara cuenta con una memoria interna de unos 60 GB que permiten disparar más de 700 fotos en RAW y JPEG a máxima calidad. Vaya, que si queremos podemos olvidarnos de la tarjeta de memoria.
Concebida para poder trabajar con una mano, la discreción sigue siendo uno de sus fuertes. No sólo por ser pequeña y de bolsillo, sino por detalles como poder apagar la luz de encendido o la pantalla para pasar totalmente desapercibidos. El enfoque en modo «snap» para fijar la distancia de enfoque, ahora incluso dispone de un modo propio en el dial de modos.

Posiblemente nadie lo espera pero, por confirmar, no hay visor ni pantalla articulada ni flash. Sí vuelve un mando que vimos en la GR II: ese más y menos a la altura del pulgar que resulta ser muy práctico para compensar la exposición de forma rápida, cómoda y, de nuevo, trabajando sólo con una mano.
Ricoh GR IV, lo mejor y lo que falta
Otra de las grandes novedades es el sensor APS-C de 26 megapíxeles. Al parecer, el mismo de las Sony A6700 y compañía y que toma el relevo del veterano captor de 24 megapíxeles usado hasta ahora. No podemos valorar la calidad de imagen, pero lo cierto es que se trata de un CMOS de sobra conocido así que cabe esperar unos excelentes resultados junto a la óptica que monta esta Ricoh.


De paseo con la cámara estos días, sí podemos confirmar que la velocidad de encendido es algo mejor que en la GR III, que el enfoque parece cumplir muy bien su función, y que el estabilizador, ahora de 5 ejes, supone también un paso adelante cuando toque disparar a velocidades de obturación muy lentas.

Nos han gustado también algunos de los filtros que ofrece la cámara que, por cierto, mantiene su ND integrado de dos pasos. Quienes prefieran tener un JPEG directo de cámara seguro que disfrutan usando o personalizando ajustes como el modo retro, el negativo o los diferentes filtros de blanco y negro que incluye esta Ricoh GR.
¿Son suficientes esos 26 megapíxeles? Sin duda. Pero al probar los modos de recorte que permiten simular focales de 35 mm (16 megapíxeles) y 50 mm (8 megapíxeles) reconocemos que sí echamos de menos disponer de algo más de resolución para que puedan ser realmente útiles. No hay que olvidar que, salvando distancias y conceptos, esta cámara compite con la Fujifilm X100 VI que monta un sensor de 40 megapíxeles.

La autonomía de unos 250 disparos por carga se queda algo corta y también se echa de menos que el cuerpo de la cámara esté sellado. Cabe suponer que es complicado por la óptica, pero los problemas de las GR con manchas en el sensor son de sobra conocidos así que sigue siendo una asignatura pendiente por mucho que, según vemos en el menú, la cámara cuenta con una función de limpieza del sensor.
¿El precio? 1350 euros. Sí, como decimos en el vídeo, los 1450 euros que nos habían dado como referencia no nos parecían mal, mucho menos estos 1350 que costará finalmente. Hay una subida evidente respecto a la generación anterior que ronda los 1000 euros pero, la verdad, viendo como está el mercado en general y el de compactas en particular, podría ser mucho peor.

En definitiva, la Ricoh GR IV sigue el guión previsto, mejorando algunos puntos para revalidar su título de cámara de referencia para la fotografía de calle y para viaje si podemos y queremos ir ligeros y podemos sobrevivir sólo con un 28 milímetros. Una compacta para un público muy concreto que, aunque sigue teniendo mejoras pendientes, por lo que hemos podido comprobar, ahora es un poco mejor.











Es una excelente cámara de bolsillo.
Esperaré a que saquen la de 40 mm, y a ver que la gente no tiene problemas de polvo.
+1
Hola. Gracias por el vídeo.
Sólo un par de cosillas: repasa lo que dices al principio, un par de veces, sobre la fecha desde la que las Ricoh GR son tan parecidas, prácticamente iguales. Sé que somos de letras, jeje, pero desde 2019 no han pasado 25 años, las cuentas no salen. Y creo que la fecha a la que te quieres referir en 1999. En realidad, si no me equivoco, la GR1 es incluso anterior, puede que 1996 (lo cual ya serían casi 30 años de apuesta por el mismo concepto). A lo mejor puedes añadir un rótulo de corrección, como haces con el precio final.
Lo otro es al final, cuando hablas de la falta de un flash, y mencionas que estas digitales nunca lo han llevado. Pues la GR ii -hace sólo un par de modelos-, sí lo llevaba. De esos tipo «pop up», emergente vamos. Y sí, yo soy de esos que lo echan mucho en falta, porque además tenía un número guía casi el doble que esa opción externa que ahora se ha publicado, caro y engorroso (aunque no sea como llevar un flash tipo cobra, pero engorroso porque puedes olvidar llevarlo, perderlo, etc.).
Y termino con una opinión muy personal: es verdad que es la reina de la foto de calle, y que debe de ser rentable -no sólo económicamente- mantenerse en ese trono. Pero una camarita tan bolsillera, tan discreta y de tanta calidad, tiene otros usos para quienes no confiamos en el móvil como herramienta de foto salvo si no hay más remedio. Por ejemplo llevarla siempre encima, en trabajos donde se mueve uno mucho o se viaja. Y como cámara viajera en zonas donde llevar algo más ostentoso puede ser poco recomendable. Cierto que mucha gente no entiende una cámara como «viajera» si no lleva un zoom 16-4.000mm. Pero esta cámara no es para ellos.
Yo quiero como cámara de viaje, una dslr aps-c con el tamron 18 400 que había salido.
+1
Hola, no es exactamente cobre la cámara, pero sí acerca de uno de los comentarios: los megapíxeles. Teniendo en cuenta que para FHD, 1920 x 1080, 2 Mpx son suficientes y que con 6Mpx se pueden imprimir fotos de 30 cm a 254 ppp, ¿por qué la guerra de los Mpx?
Tengo dos Nikon APS de 21 y FF de 36 Mpx, con las que puedo imprimir a 55 cm y a 73 cm en calidad de 254 ppp (normalmente imprimo a 30 x 45 cm, 13,5 Mpx). Siempre me he preguntado para qué y por qué, aparte del recorte, sirven esa barbaridad de Mpx.