Si hay una compañía que tendría fácil volver al mercado de las cámaras de película sería Fujifilm. Al menos esa es la percepción que tienen muchos, aunque normalmente el mercado y la producción es bastante más complejo de lo que parece.
Es cierto que Fujifilm es uno de los mayores productores de película y que el diseño clásico de sus cámaras ligaría con esa vuelta al carrete, pero no es un tema que parezca estar en la agenda de prioridades de una marca que ahora mismo tiene entre manos el desarrollo de su primera cámara de cine, la Fujifilm GFX Eterna, y que, según los rumores, pronto presentará una cámara compacta de formato medio.
De hecho, pese al aparente buen negocio que hay ahora mismo en la fotografía química, cuando sale el tema los responsables de Fujifilm suelen ser mucho más cautelosos y menos optimistas. Volver a poner en marcha las líneas de producción de este tipo de cámaras requiere un tipo de inversión que nadie sabe si puede llegar a ser rentable en un mercado que, evidentemente, está de moda pero cuya estabilidad no está asegurada. Todo eso sin olvidar que Fujifilm ya hace cámaras de película: las Instax, uno de los negocios más rentables ahora mismo en la industria fotográfica.
En este contexto, una reciente entrevista publicada por Amateur Photographer puede ser un estupendo clavo ardiendo al que quienes defienden que Fujifilm volverá a hacer cámaras de carrete pueden agarrarse. Y es que un ejecutivo de la compañía ha tirado del recurrente «nunca hay que decir nunca» al ser preguntado por esta posibilidad.
¿Significa eso que en la agenda de la marca está el desarrollo de una cámara con carrete? No parece que seguir los pasos de Pentax esté en su agenda a corto plazo pero también es verdad que en este mercado un tanto enloquecido en los últimos años resulta difícil saber qué ocurrirá en unos años.
Aprovechando el inmenso tirón de las X100. Pero mejor harían sacando una versión monocromática…